Todavía emocionado y sabiendo que os echaré de menos, me propongo escribir esta carta de despedida. Emocionado y a la vez feliz por haber tenido la fortuna de entrenar a un grupo maravilloso, os voy a llevar en el corazón siempre, me han transmitido su positivismo ante la vida y me han hecho participe de sus sueños, sus realidades y sus ganas de vivir.

Pero este mundo del futbol, todo cambia, nada termina, siempre se comienza de nuevo, cumpliendo así un ciclo, y desde la espiral del crecimiento se empieza otro ciclo.

Han sido tres años intensos, estupendos, muy emocionantes y repletos, con una afición ejemplar que hacen posible que jugando en casa o fuera nunca nos sintamos solos, nos han dado calor y apoyo desde el primer día y no han dejado de apoyarnos un solo momento hasta el pitido final del partido de ayer. En estas categorías no son muchos, pero de calidad, ellos son la esencia de este fútbol. Están en los buenos y en los malos momentos, sin su calor y sus ánimos nada sería igual. Su fidelidad a estos colores está demostrada y en la mayoría de los casos, anteponen ese amor a su equipo, el Racing, a otros de la ligas de las estrellas.

Puedo pensar que no existe otro club donde uno se pueda sentirse mejor como entrenador, por las facilidades recibidas y por todo el respeto encontrado, pero hay que saber cuando se ha acabado un ciclo y apartarse a un lado, poner punto y final, porque nada se debe prolongar más allá de lo prudente. He estado tres temporadas muy a gusto y me voy sin disgusto y muy agradecido.

A todos los que me han hecho el honor de aguantarme, les digo que he actuado de la mejor manera que supe y pude. Que haya acertado, o no, es harina de otro costal, aunque ese fue mi deseo. Si entre las cosas hechas y dichas hubiera alguna que pudiera haber ofendido a alguien, que nadie se sienta agraviado pues no actué nunca con esa intención, a sabiendas que entrenar al equipo de mi pueblo puede y debe no dejar satisfechos a todos. Para mí ha sido un orgullo colaborar con el Racing.

Desde el comienzo de la temporada sabíamos que habíamos formado un gran grupo que, con trabajo, podría llegar a estar arriba. Con el paso de las semanas algunos jugadores importantes cayeron lesionados, lo que nos complicó mucho las cosas, ya que durante los últimos meses hemos tenido que contar con los jugadores justos. Esto debe llevarnos a valorar aún más lo conseguido por un grupo para el que la permanencia dadas las circunstancias es un premio. Quiero tener un recuerdo especial para Esteban, que el día 25 pasa por el quirófano, os pediría a todos, a los creyentes y a los que no, que el miércoles roguemos, o deseemos que todo salga bien, y este pronto con nosotros.

En este momento el Racing, es una realidad consolidada y con futuro.

A todos los que hacéis posibles esta realidad, día a día, quiero expresaros mi gratitud por haberme acogido de la manera que lo habéis hecho: a Javier Estévez como Presidente, a la actual Junta Directiva y a la anterior. A los que han colaborado conmigo, Peña y Carlos Cela, a los delegados, Silvia y Eduardo. A Javi, David, Alberto y Alvaro, los capitanes por su trabajo dentro del grupo, a todos los jugadores por su respeto y sacrificio. A Rogelio. A todos los que de una manera u otra siempre han estado apoyándonos.

Decía Sabina, que no hay peor nostalgia que añorar lo que nunca jamás sucedió. He tenido la fortuna de recrear mi pasión por este deporte en dos períodos diferentes en el Racing, una cuando empezaba como entrenador y en esta ultima etapa, dos particulares riquezas que llevare siempre con orgullo. Todo ha superado lo imaginado y despedirse dejando tanto cariño es un título, en un club familiar y respetuoso. Digo hasta siempre, a toda la familia del Racing, los caminos se separan pero los recuerdos perdurarán siempre, mi corazón es y siempre será amarillo.

Gracias por todos los momentos vividos, no lo olvidaré.

En la Francia de la libertad, igualdad y fraternidad un clérigo escribió unas palabras que conviene a menudo recordar, “El agradecimiento es la memoria del corazón”.

Con una gratitud infinita, me despido de la gran familia del Racing de Mayorga.

S. A. Chamorro

 

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